- Al limpiar los chiles, es recomendable utilizar guantes de cirujano (de látex), o por lo menos untarse las manos con manteca para evitar que se queden enchiladas.
- Si olvidaste proteger tus manos, puedes aliviar el ardor frotando una hoja de lechuga tratando de exprimir todo el jugo contenido en el tallo, o bien lavando las manos con una solución de agua con bicarbonato de sodio.
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